Buscamos desarrollar las habilidades individuales de los ejecutivos para sustentar el ejercicio de su liderazgo personal y relacional, como potenciar la generación de inteligencias colectivas en sus equipos.
Acompañamos al ejecutivo en el inicio de un nuevo cargo para potenciar su adaptación y el logro de sus objetivos.
¿Por qué las transiciones tienen éxito y por qué con frecuencia fracasan?
En su nuevo rol, se verá enfrentado a muchas demandas y el tiempo es su activo más valioso.
¿Cuáles son sus prioridades? ¿dónde desea gastar su tiempo?
¿cómo va a hacer cumplir con todo lo que le exigen?
Un gran equipo no solo te hace lucir bien, sino que te ayuda a aprovechar al máximo tu tiempo.
A menudo, el mayor pesar de un nuevo ejecutivo es no reaccionar rápidamente a los desafíos y oportunidades de su equipo.
Los ejecutivos que no invirtieron su tiempo para cultivar relaciones críticas, más tarde encontraron que esas personas se convirtieron en obstáculos.
¿Quiénes son sus stakeholders importantes y cómo se comunicará con ellos?
Definir y comunicar sus prioridades.
Desarrollar una estrategia de desarrollo de tu equipo.
Comprender e influir en los stakeholders clave.
Desarrollar e implementar un plan de acción potenciando tus habilidades de liderazgo.
No podemos anticipar el futuro, pero podemos entrenar las habilidades que nos permitan atenderlo eficazmente. El desarrollo de las soft skills es un valor en todos los niveles de la organización que redunda en el éxito del negocio.
Estas habilidades asumen un protagonismo especial en entornos híbridos y en equipos en remoto al potenciar la vinculación que favorece los resultados, superando la distancia física, cultural o tecnológica.
Dependiendo del colectivo al que la organización quiera dirigirse, diseñamos programas para la mejora de competencias y adaptación a los cambios del entorno, del mercado y de la competencia (reskilling), o programas para favorecer y acelerar la capacidad de desarrollo, liderazgo y crecimiento de altos potenciales o perfiles determinados (upskilling).
Las personas que ocupan niveles de alta dirección se enfrentan al conocido efecto de «la soledad del líder», en el que carecen de un espacio privado, confidencial o seguro en el que poder contrastar o compartir sus vulnerabilidades.
Más allá de un proceso de coaching ejecutivo, estos altos ejecutivos encuentran valor en la conversación con un coach: para reflexionar sobre su liderazgo y redefinir qué tipo de líder quieren ser, qué legado aspiran a dejar en su organización o, incluso, qué habilidades necesitan reforzar de cara a los retos de futuro.
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